la llegada a Brasil

Cuando estábamos al lado de Sao Paulo miramos por la ventana del avión y vimos la gran ciudad con montones de gigantes torres, nosotros estábamos deseando ver la ciudad desde abajo.

Por fin bajamos del avión, fuimos a recoger las maletas. La de Axel salió de las primeras, poco a poco todos cogimos nuestra maleta... todos no, la de Mark no salía, ya no quedaban maletas en la cinta, la cinta se paró y Mark no tenía su maleta, estaba desesperado:


- ¿ como voy a jugar sin mis guantes de portero ? esto es horrible !!!!


El entrenador intentaba animarle diciéndole:


- no te preocupes, tu fuerza no está en tus guantes, está en tu interior. Todo se solucionará, pondremos una reclamación.


Después de ir al mostrador a reclamar la maleta de Mark, fuimos en autocar al hotel de concentración. Los demás equipos también estaban llegando. Paolo, de Italia nos dijo: 

- ¿ queréis venir hoy a las 10 de la noche a un restaurante y cenar todos juntos ?

Nosotros le dijimos que por supuesto que iríamos.

Yo compartía la habitación con mi hermano Jorge, la habitación era gigante. A mi me gustaba mucho la habitación, y a Jorge también. Desde la terraza veíamos el inmenso campo de fútbol, que ganas de entrenar !!!!

 La habitación tenía dos camas y dos cuartos de baño.

 De repente sonó el teléfono, era Axel que nos propuso ir a dar una vuelta por el barrio donde estaba el hotel.

Bajamos a la recepción, allí nos encontramos con nuestros compañeros y nos fuimos.